El ritual[1] es como el helio, un encuentro noble. Representa un mundo por explorar en las organizaciones, no en vano lo podemos relacionar con el segundo mas ligero y abundante elemento en el universo (aunque escaso y no renovable en la tierra). La práctica de este encuentro, apela a las emociones para generar armonía y en ese sentido de pertenencia en las organizaciones. Tener un ritual corporativo va mucho mas allá de una experiencia efímera como la de inflar globos. Los rituales nos humanizan y acentúan nuestra levedad al paso por el mundo.
Origen de la denominación del encuentro
Origen místico.
Dios griego Sol
Datos asociados
· El helio fue descubierto durante un
eclipse solar, los astrónomos detectaron una mancha solar. Sus observaciones
dieron cuenta de un nuevo elemento al que nombraron como el dios griego que
personifica el sol: Helio.
· Muchos de los rituales místicos son
heliocéntricos cuya narrativa gira en torno a la influencia del sol.
Sugerencias para potenciar la química del encuentro:
· Planea el encuentro: define hora, lugar y por informal que parezca, también el propósito.
[1] Para algunas personas, la palabra ritual suele evocar imágenes de comportamientos religiosos o personales, sin embargo, S. Chris Edmonds, asesor senior de Ken Blanchard Companies, y coautor del Leading at Higher Lever, define los rituales corporativos como ‘sucesos que comunican y refuerzan el desempeño y los valores deseados’. Chris cree que, ‘Pocos líderes senior aprovechan los rituales corporativos como una estrategia con la intención de definir y reforzar la cultura deseada de la empresa’.